¡Hola! bienvenidos a CREACCIÓN, creatividad en acción para mejorar su vida y los negocios. Hoy continuaré con la temática de las preguntas.
En el artículo «Las preguntas y la genialidad creativa en la niñez» dejamos establecido que las preguntas son extremadamente importantes para nuestro crecimiento, ya que nos permiten acceder al conocimiento, al aprendizaje y al desarrollo de nuestro pensamiento creativo o divergente y del pensamiento crítico o convergente. También les hice mención a algunos estudios de cómo, con el paso de los años y de un sistema de educación arcaico, basado principalmente en el pensamiento reproductivo y con mucho énfasis sólo en el uso del pensamiento crítico, vamos perdiendo nuestra capacidad de hacer preguntas y nuestra genialidad creativa, la cual, naturalmente todos tenemos cuando somos niños, según el estudio realizado por George Land y Beth Jarman.
Pero, sigamos adelante con la importancia de las preguntas. Como ya dije, éstas son el primer paso del pensamiento en el intento de conocer, aprender y desarrollar nuevas ideas y de analizarlas y evaluarlas para seleccionar aquello que es relevante. Se trata de un paso a veces precario y normalmente sin destino asegurado, pero que es siempre una característica de la curiosidad y la perplejidad propias de una persona inquieta, creativa, que busca la verdad, que busca saber el por qué de las cosas, por eso la pregunta es la puerta de entrada a la filosofía, a la ciencia y a todo aquello que requiere una respuesta.
La pregunta está íntimamente ligada a la creatividad. Expresa aceptación de la propia ignorancia, la necesidad de manifestar la curiosidad y del deseo de aprender y transformarse. La pregunta induce a procesos de búsqueda, caminos de reflexión y a nuevos conocimientos y aprendizajes.
La pregunta, tampoco está exenta de temor, ya que muchas veces nos produce miedo hacérnoslas, ya que las respuestas que obtengamos pueden tirar por la borda todo aquello que hemos construido como parte de nuestra identidad, de nuestra historia y de los conocimientos que hemos adquirido puesto que podrían estar equivocados.
Grandes pensadores, a través de la historia han reconocido que el único paso más importante que una persona puede dar para pensar de manera productiva es encontrar la pregunta adecuada, ya que; como dicen Tim Hurson y Leonardo Muñoz en su libro «Pensar Mejor en Épocas de Cambio», muchas veces damos la respuesta correcta a una pregunta equivocada, la cual nos llevará a una solución incorrecta, al camino y lugar incorrectos.
¿Y que han dicho algunos filósofos y pensadores en relación con la importancia de las preguntas?

El filósofo Francis Bacon dijo: “Una pregunta prudente es la mitad de la sabiduría”.

El matemático y filósofo Alfred North Whitehead observó: “La pregunta tonta es la primera intimidad para algún desarrollo totalmente nuevo”.

El escritor y poeta Rudyard Kipling afirmaba que los seis mayores maestros concebibles eran: ¿por qué y cuándo, quién y cómo, dónde y qué?

El dramaturgo Eugene Ionesco escribió: “No es la respuesta la que ilumina, sino la pregunta”.

Y entre los más destacados nos encontramos con el filósofo griego, Sócrates quien desarrolló los 6 tipos de preguntas a las que se les ha denominado «El cuestionamiento Socrático» del cual hablaremos más adelante y que son la base para el desarrollo de un buen pensamiento crítico. Este método de cuestionamiento que él utilizaba para alcanzar la verdad y también para enseñar a sus discípulos y personas en general, consistía en la formulación de preguntas que invitaban a pensar; primero aparentando ignorancia y luego promoviendo el análisis.
RW Paul, CriticalThinking (Santa Rosa, California: Foundation for Critical Thinking, 1992 (sixtypes of Socraticquestions)
¿Y cuando estamos en trabajo creativo, cuál es la manera de formular preguntas que nos inviten a dar muchas respuestas posibles?
En el modelo de resolución de problemas de Pensamiento Productivo, desarrollado por Tim Hurson, y publicado en su libro «Pensar Mejor en Épocas de Cambio» hay todo un paso (el número 3) dedicado a la pregunta y se llama ¿Cuál es la pregunta?
¿Y por qué Hurson incluye toda una etapa dedicada a la pregunta en su modelo de resolución de problemas?
Pues, fundamentalmente porque las preguntas son esenciales para entender un problema, ya que éstas nos permitirán analizarlo desde muchos puntos de vistas. También son vitales para formularlo correctamente, ya que como dicen Hurson y Muñoz los problemas formulados como preguntas invitan a la exploración y búsqueda de respuestas. Pero no sólo se quedan ahí, sino que proponen formular las preguntas esenciales o catalizadoras que deben responderse para alcanzar el futuro imaginado que se desarrolló a partir de un futuro meta que se seleccionó en la etapa 1 del modelo cuando se respondió la pregunta: ¿Y cómo sería el futuro si el problema estuviera resuelto?
Ahora bien, como el modelo de Pensamiento Productivo busca resolver los problemas de manera creativa, Hurson y Muñoz proponen formular las preguntas en un formato utilizando el verbo poder en el modo de tiempo potencial. Por ejemplo: ¿Cómo podría yo o cómo podríamos nosotros lograr, alcanzar, hacer, cambiar, etc.? o ¿Cuáles podrían ser todas las forma de lograr, alcanzar, hacer, cambiar, etc.?
¿Y por qué utilizar el modo potencial y no el tiempo presente?
Porque el tiempo en modo potencial (podría) reduce las limitaciones que están en nuestra mente, dadas por el momento presente (podemos) y, que al estar presentes en el ahora, disminuyen nuestras opciones de dar o encontrar muchas más respuestas de solución a la pregunta formulada. Por ejemplo, si formulo la pregunta ¿Cómo puedo tener un auto nuevo? las limitaciones aparecen rápidamente en mi mente: ahora no tengo dinero, las tasas de crédito están muy altas, los autos han subido mucho de precio, etc. y, por tanto, antes de empezar a contestar ya me estoy limitando o imposibilitando mis opciones de compra e incluso me inducen a simplemente no hacerlo. Pero en cambio, si planteo la pregunta ¿Cómo podría yo tener un auto nuevo? La atención no estará puesta en las limitaciones del presente, sino que abriré mi mente a muchas más opciones: pedir dinero prestado a mi padre, pedir un préstamo bancario, buscar un auto usado con muy poco kilometraje y me ahorro el IVA, importarlo directamente (se demora en llegar pero es más barato), pedirle a mi padre que me lo regale, juntar a un grupo de amigos donde todos ponemos dinero y nos vamos comprando un auto por sorteo hasta que todos logremos tener uno (sistema de cooperativa), comprarlo en un remate de aduana, entre otras muchas opciones o respuestas posibles que podrían surgir.
¿Y qué pasa en la práctica cuando se trabaja con equipos de personas dónde se tiene que generar muchas preguntas?
En mi experiencia profesional de más de 17 años trabajando en el desarrollo de la capacidad creativa de las personas y 10 años de práctica en la utilización de la disciplina de Pensamiento Productivo con equipos de trabajo empresariales, puedo decirles sin lugar a dudas que hay 3 cosas que le cuesta mucho lograr a la personas:
- Aplicar la regla de oro del pensamiento productivo: primero usar el pensamiento creativo o divergente para generar muchas opciones (hacemos listas) para luego aplicar el pensamiento crítico para encontrar las ideas con potencial (tomar decisiones).
- Generar enunciados (frases o pequeños párrafos que sinteticen un contenido) a partir de múltiples fuentes cuyo contenido está categorizado como similar, pero que denota distintos puntos de vista acerca de una situación.
- Generar preguntas. Y cuando les hablo de la dificultad para la generación de preguntas, incluso ocurre que preguntas muy simples tales como: por qué, para qué, cómo, cuándo, dónde, quién, a las personas les cuesta hacerlas. También ocurre que cuando se les pregunta si hay preguntas o dudas en relación con el tema expuesto, en general se mantienen en silencio y habitualmente no hay preguntas o son muy pocas.
Todas estas dificultades que presentan muchas de las personas que participan en los equipos con los que me ha tocado trabajar, se deben precisamente a lo poco desarrollado que está nuestro pensamiento creativo y crítico, así como también, a la mala influencia que ha tenido nuestro sistema educativo y los comportamientos culturales de nuestra sociedad en nuestro desempeño. Así que aquí tenemos una tarea importante por hacer, todos nosotros (vea el artículo «Las preguntas y la genialidad creativa en la niñez»).
¿Y cómo logramos mejorar nuestro desempeño?
Pues tomando consciencia del problema, motivándonos para superarlo (futuro meta, futuro imaginado) aplicando nuestra voluntad para la acción y actuar que no es más que practicar, practicar y seguir practicando para instalar nuevos patrones de comportamiento que nos lleven a mejorar nuestro desempeño creativo.
Y ahora, retomando al filósofo Sócrates del cual les dije que hablaría más adelante… ¿Cuáles son los 6 tipos de preguntas desarrolladas por él y que hasta el día de hoy son válidas y usadas por grandes pensadores, científicos y personas educadas?
A continuación se las presentaré, pero aclarándoles primero que si queremos usarlas, éstas requieren escuchar muy cuidadosamente a la otra persona, lo que les ayudará a juzgar y plantear las preguntas de modo constructivo, de ayuda y no de enfrentamiento. Vamos allá.
- Preguntas Conceptuales Aclaratorias
Ayudan a pensar más reflexivamente respecto a qué es exactamente lo que se está pensando o lo que se está preguntando. Ayudan demostrar los conceptos que apoyan sus argumentos. Son preguntas que les permiten profundizar más.
- ¿Por qué dice usted eso?
- ¿Qué quiere decir exactamente esto?
- ¿Cómo se relaciona esto con lo que hemos venido hablando, o discutiendo?
- ¿cuál es la naturaleza de…..?
- ¿Qué es lo que ya sabemos respecto a esto?
- ¿Puede darme un ejemplo?
- ¿Lo qué usted quiere decir es…..o…..?
- ¿Por favor, puede refrasear lo que dijo?
2. Preguntas para comprobar conjeturas o supuestos
Ayudan a comprobar conjeturas en busca de la verdad, permite pensar acerca de presuposiciones y creencias no cuestionadas en las que se están basando los argumentos. Esto sacude las bases en las que se están apoyando y con eso se pretende que hagan avances a terreno más sólido.
- ¿Qué más podríamos asumir o suponer?
- ¿Parece que usted está asumiendo que……?
- ¿Cómo escogió esos supuestos?
- ¿Por favor explique por qué o cómo?
- ¿Cómo puede usted verificar o negar esa conjetura, ese supuesto?
- ¿Qué pasaría si…?
- ¿Usted está de acuerdo o en desacuerdo con….?
3. Preguntas que exploran razones y evidencias
Ayudan a profundizar en el razonamiento en lugar de suponer que es algo que se da por sentado. Las personas con frecuencia utilizan apoyos que no han sido suficientemente pensados o soportes pobremente comprendidos para sus argumentos.
- ¿Por qué está sucediendo esto?
- ¿Cómo sabe usted esto?
- ¿Puede mostrarme?
- ¿Me puede dar un ejemplo de eso?
- ¿Cuáles son las causas para que suceda….?
- ¿Por qué?
- ¿Cuál es la naturaleza de esto?
- ¿Son estas razones suficientemente buenas?
- ¿Podría defenderse en un juicio?
- ¿Cómo se podría refutar?
- ¿Cómo podría yo estar seguro de lo que usted está diciendo?
- ¿Por qué está pasando …?
- ¿Por qué? (siga preguntando);
- ¿Qué evidencia existe para apoyar lo que usted está diciendo?
- ¿En qué autoridad o experto basa su argumento?
4. Preguntas sobre puntos de vista y perspectivas
La mayoría de los argumentos se dan desde una posición o punto de vista particular. Ataque entonces la posición del otro para mostrar que existen otros puntos de vista igualmente válidos.
- ¿De qué otra manera se podría mirar o enfocar esto…. parece razonable?
- ¿De qué otras maneras alternativas se puede mirar esto?
- ¿Podría explicar por qué es esto necesario o beneficioso y a quién beneficia?
- ¿Cuál es la diferencia entre… y …?
- ¿Cuáles son las fortalezas y debilidades de…?
- ¿Cuál es la similitud entre … y …?;¿Qué se podría decir sobre esto …?
- ¿Qué pasa si usted compara … y …?
- ¿Qué contra argumentos se podrían usar para ….?
5. Preguntas para comprobar implicaciones y consecuencias
Los argumentos que se dan pueden tener implicaciones lógicas que se pueden pronosticar o predecir.
- ¿Y entonces qué pasaría?
- ¿Cuáles son las consecuencias de esa suposición o conjetura?
- ¿Cómo puede … usarse para …?
- ¿Cuáles son las implicaciones de …?
- ¿De qué manera … afecta …?;
- ¿En qué forma … se conecta con lo que aprendimos antes?
- ¿Por qué … es importante?; ¿Qué está insinuando usted?
- Por qué es el mejor …?
- ¿Por qué?
- ¿Qué generalizaciones puede usted hacer?
6. Preguntas sobre las preguntas
También puede usted volverse reflexivo sobre todo el tema, volteando las preguntas hacia las preguntas mismas.
- ¿Cuál era el punto por el cuál formulamos esta pregunta?
- ¿Por qué cree usted que formulé esa pregunta?
- ¿Qué quiere decir eso?
- ¿Cómo aplica … en la vida diaria?
Y bien mis queridos amigos, hasta aquí el artículo de «La importancia de las preguntas». Espero que les haya arrojado algo más de luz. Si les gustó, comentén.
Abrazos, Esteban
2 respuestas a “La importancia de las Preguntas”