¡Hola! Un placer estar nuevamente con ustedes. Para comenzar el tema de hoy, primero quiero que vean el video que les presento a continuación:

¿Y bien? ¿Que tal?  ¿Espectacular verdad?

La mala noticia para nosotros es que salir fuera de la caja no es fácil, ¿Por qué? porque existen algunas barreras biológicas que nos obstaculizan el despliegue o manifestación de nuestra capacidad creativa, de innovación y de cambio.

Me refiero específicamente a los patrones o estructuras mentales, a la ley del mínimo esfuerzo o concepto de «Satisficiente» (Palabra inventada por Herbert Simon en 1956. Combinación de Satisfacer con suficiente – conformarse con poco) y a nuestros cerebros reptiliano y límbico.

Para el presente artículo sólo desarrollaré el tema de los patrones o estructuras mentales. Y bien, veamos a que me refiero:

Nuestro cerebro es un órgano que pesa del orden 1,3 kilos, representa el 2% de nuestra masa corporal y se gasta el 20% de la energía que necesitamos para sobrevivir diariamente.

Por otra parte, la naturaleza funciona bajo el principio de la economía y sólo le interesa que Ud. viva la mayor cantidad de tiempo posible y perpetúe a su especie. Para hacer esto entonces, intenta reducir al mínimo el uso de la energía disponible con el objetivo de maximizar nuestro desempeño diario para lograr vivir la mayor cantidad de tiempo posible.

Como esto está codificado en nuestro ADN, nuestra biología hace lo posible para estar de acuerdo con este mandato. Así el cerebro para minimizar el uso de la energía utiliza básicamente 2 estrategias.

Estrategia 1: creación de patrones o estructuras mentales, que también son patrones de pensamiento, sentimiento, comportamiento, los que una vez que se instalan nos hacen operar de manera inconsciente en prácticamente todas las cosas que hacemos durante el día. Por ejemplo un patrón típico es la forma en que nos lavamos los dientes. Todos los días lo hacemos de la misma manera y no nos damos cuenta. O la forma en que conducimos nuestro vehículo, o como reaccionamos frente a ciertos estímulos. Nuestros hábitos son otro claro ejemplo de estos patrones de comportamiento a los que me refiero. ¿Y por qué hace esto el cerebro? bueno simplemente porque una vez instalado el patrón, ya no hay necesidad de pensar. Lo hacemos en automático, porque pensar implica un gran gasto de energía, y cuando hablo de pensar me refiero a mantenerse concentrado en un idea, ya sea analizándola, evaluándola o viendo todas sus posibilidades y no al divagar que es la actividad mental en la que estamos la mayor parte del tiempo.

Estrategia 2: divagar, esta es otra estrategia que utiliza el cerebro para disminuir el uso de la energía en la actividad mental. En general, los seres humanos no pueden estar concentrados más de 3 minutos en algo, me refiero poniendo atención a alguien que está hablando o que está intentando enseñarnos algo. Rápidamente nos evadimos y pensamos en otra cosa y vamos saltando de idea en idea sin concentrarnos en ninguna particularmente, de ahí que a la mente muchas veces se diga de ella que es «la loca de la casa»

El problema que tiene la creación de estos patrones (que además tienen asociada una red neuronal explícita para su operación), es que actúan como filtros que nos impiden ver todas las posibilidades de una idea, propuesta o solución frente a una situación, problema, desafío u oportunidad. Por eso que cada uno vive su propia realidad que está determinada por sus patrones mentales impidiéndonos pensar fuera de la caja. Volvamos al video que vieron al principio de este artículo; cuando se nos coloca el dilema moral de qué elegir: si la mujer de nuestros sueños, a nuestro mejor amigo o ayudar a la anciana enferma, en muchos de nosotros se activa el patrón de ayudar al necesitado y decidimos ayudar a la anciana, a costa de sacrificar las otras dos opciones. Y lo que es peor, ni siquiera vemos o buscamos una solución alternativa. Y eso no es una decisión consciente realmente, nos parece que sí, pero no lo es. En realidad es el patrón de comportamiento haciéndose manifiesto.

El punto es que siempre existen muchas soluciones a una misma situación o problema, pero nuestros patrones o estructuras mentales, sólo nos hacen ver la «única opción correcta». Nuestro patrones nos impiden buscar más opciones cuando las necesitamos. Y esto ocurre la mayor parte del tiempo.

Por eso que cuando hacemos trabajo creativo, es decir; cuando estamos buscando nuevas ideas para darle solución a un problema, algunas de sus reglas son: generar una gran cantidad de opciones y evitar el juicio a las ideas, de tal manera de obtener una lista amplia de posibles opciones evitando el filtro propio que cada persona tiene y que está dado por sus propios patrones mentales.

Si te gustó, comenta por favor.

Un Abrazo, Esteban

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